En un mundo cada vez más globalizado, la búsqueda de autenticidad y raíces profundas se ha convertido en una prioridad para los viajeros y los amantes de la buena comida. El sitio De.Co. (Denominazione Comunale) se creó precisamente con la intención de preservar y valorizar las tradiciones locales, promoviendo aquellos productos que son símbolos de la cultura de un territorio determinado. Creada para responder a la necesidad de proteger y dar a conocer la excelencia de la comida y el vino italianos, la De.Co. representa una certificación que atestigua el origen y la autenticidad de productos típicos, indisolublemente ligados a un municipio y a su historia.
A diferencia de otras certificaciones como la DOP (Denominación de Origen Protegida) o la IGP (Indicación Geográfica Protegida), que tienen reconocimiento a nivel europeo, la marca De.Co. es una certificación local, diseñada para proteger y promover las producciones que son el corazón palpitante de cada comunidad. Desde los platos tradicionales hasta los productos artesanales, cada producto De.Co. cuenta la historia de una tierra, sus habitantes y sus tradiciones, ofreciendo así a los consumidores una experiencia única y auténtica.
En este contexto, uno de los primeros productos en llevar esta denominación es la scaccia ragusana, un plato que representa la esencia de la cocina hibelina y que, gracias a su bondad e historia, se ha ganado un puesto de honor entre las especialidades que no hay que perderse.
En el Centro Cultural y Comercial Mimì Arezzo de Ragusa, este año se han presentado oficialmente tanto la marca como el primer pliego de condiciones, el dedicado a la focaccia típica de Ragusa, elaborado por el trabajo de estudio e investigación de una comisión especial de expertos.
La scaccia ragusana, con su característico relleno de tomate y Cosacavaddu Ibleo o queso Ragusano DOP, es mucho más que un simple plato: es un símbolo de identidad territorial. Elaborada con una masa de sémola de trigo duro, levadura, aceite y sal, se amasa cuidadosamente y se dobla sobre sí misma varias veces antes de hornearla hasta que esté fragante y dorada. Este proceso artesanal realza los sabores de ingredientes sencillos y genuinos que cuentan la historia y la tradición rural de Ragusa.
En octubre, este manjar encontró su celebración oficial con la primera edición de la“Festa ra Scaccia Rausana“, un acontecimiento que llenó de sabores y colores el centro histórico de Ragusa durante dos días intensos y participativos. El evento, organizado por el Ayuntamiento de Ragusa y apoyado por la Región de Sicilia, atrajo a miles de visitantes, transformando la Via Roma en un escaparate gastronómico y cultural. Peppe Cassì, alcalde de Ragusa, declaró: “Este festival es una oportunidad para reunirnos y celebrar un producto que nos representa y cuenta nuestra historia. Invito a todos a unirse a nosotros en estos dos días de sabores, tradición y entretenimiento”. Giorgio Massari, concejal de Desarrollo Económico, destacó también la importancia de la marca De.Co. como instrumento de valorización y protección de la scaccia, gracias a las especificaciones que garantizan su autenticidad y calidad. Entre los momentos más esperados, Barbara Conti, foodblogger de Fantasie in Cucina, y Luisa Marabita, ganadora del programa “Ricette d’Italia”, entretuvieron al público con historias y recetas relacionadas con la preparación de la scaccia. La scaccia, símbolo de convivencia y tradición, fue preparada por panaderos locales siguiendo recetas tradicionales, con la participación de empresas como Panificio Ecce Homo, Ragusa al Forno di Cristina, Panificio Annunziata, Panificio Euroforno, Foz – fermento officina zero, Panificio San Giuseppe, Panadería Spighe e Papaveri, Panadería Panificio y Tenuta Carbonara y Tenuta Cozzo Papaleo. Durante el festival, también fue posible degustar varios tipos de scaccia, incluida una versión sin gluten, y probar productos locales, como las cervezas artesanas de Birrocco y los vinos locales ofrecidos por A putia ro vinu. El acto se enriqueció con un programa musical, con actuaciones de bandas locales como la Good Time’s Band y la Swing Skizzo Band, y también con una exposición de arte de Giuseppe Occhipinti que exploraba expresiones idiomáticas de Ragusa.
Con cerca de 10.000 scaccia vendidas y un programa de espectáculos, show cooking y talleres, la fiesta celebró con éxito la tradición hibelana, haciendo de la scaccia el corazón palpitante de una experiencia que combinaba el sabor con el descubrimiento de las raíces locales. No te pierdas el año que viene la oportunidad de vivir la magia de la Festa della scaccia rausana co’ pummaroru e cosacavaddu.
¡Hasta la próxima edición!