Los primeros ambientes navideños en las 5 ciudades de Enjoy Barocco

En el corazón de Sicilia, entre colinas y palacios barrocos, se esconde un rincón encantado donde la Navidad se viste de luces, colores y tradiciones ancestrales. Las cinco ciudades barrocas Enjoy de Ragusa, Scicli, Ispica, Modica y Santa Croce Camerina se engalanan para ofrecer una experiencia navideña que envuelve a los visitantes en una atmósfera mágica y auténtica. En primer lugar, la ciudad de Ragusa, que enciende su árbol de Navidad en la plaza de San Giovanni en los primeros días de noviembre, como la mayoría de las ciudades de arte italianas. Belenes vivientes, platos típicos, antiguas leyendas y tradiciones centenarias hacen de la Navidad en estas tierras un viaje inolvidable.

Ragusa: una ciudad que brilla en Navidad

Ragusa, con su centro histórico Patrimonio de la Humanidad, se convierte en un escenario perfecto para la Navidad. Las callejuelas de Ragusa Ibla, con sus suaves luces, acogen uno de los belenes más fascinantes de Sicilia, un belén monumental que serpentea entre iglesias y plazas. Cada rincón es una pequeña obra maestra, con figuras que cuentan historias de antiguas tradiciones sicilianas. No sólo el Nacimiento, sino también escenas de la vida cotidiana del pasado, en una atmósfera que parece suspendida en el tiempo. Este año, en la plaza situada frente a la majestuosa fachada de la catedral, se ha instalado una obra navideña que representa a dos caballos tirando de un carro.

No te puedes perder la comida de Navidad en esta ciudad. Los platos típicos incluyen requesón y salchichas sfuogghiu, cavati (pasta fresca típica de Ragusa) y scacce, una especie de focaccia rellena de varios ingredientes. También están los postres tradicionales, como los buccellati y los nucatoli, que enriquecen las mesas y llenan el aire de dulces fragancias.

Scicli: entre el arte barroco y las tradiciones navideñas

Scicli, una joya barroca, es una ciudad que sabe celebrar la Navidad con elegancia. Cada año, el centro histórico se transforma en un enorme belén al aire libre, con escenas de la Natividad ambientadas en iglesias y plazas. Las calles empedradas se iluminan con luces navideñas, y junto al maravilloso belén de San Bartolomeo, hay otras muestras como la de Santa Maria la Nova. Pero son sobre todo los belenes de las familias de Scicli los que asombran, incluido el evocador de la Gruta delle Cento Scale. El belén de la familia Caruso, característico por sus efectos sonoros, juegos de luz y agua, es sólo uno de los muchos que encantan a los visitantes, junto con obras como A Rutta Ri Ron Carmelu y el belén de la iglesia rupestre de la Madonna di Piedigrotta, que ofrecen momentos de sorpresa y asombro a todos los turistas.

Durante este periodo, Scicli cobra vida con actos culturales y musicales. Los mercados navideños son el lugar ideal para comprar artesanía local y degustar platos típicos. Dulces como el Jadduzzi y el mischiateddi son las estrellas de este periodo, junto con la nfigghiulata, una pasta típica de Navidad. Pero la Navidad en Scicli es también una oportunidad para descubrir las leyendas que animan el folclore local.

Ispica: una Navidad entre mitos y tradiciones

Ispica, con su discreto encanto y sus paisajes rocosos, es el lugar ideal para vivir una Navidad tranquila y auténtica. Aquí, la tradición belenística se combina con la belleza natural de los Yacimientos Arqueológicos de Cava d’Ispica, donde cada año se monta un belén viviente para revivir los antiguos ambientes de Sicilia. Unos cincuenta oficios antiguos cobran vida entre las cuevas en un entorno evocador que mezcla historia y religiosidad. Entre los muchos oficios, puedes descubrir el del tonelero “u vuttaru” dedicado a la construcción de barriles, el zapatero “u scarparu”, el carretero e incluso bordadores. También hay escenas teatrales y actuaciones musicales con canciones tradicionales sicilianas.

Los platos navideños de Ispica son fruto de una tradición culinaria rústica y genuina. La pasta con le sarde (pasta con sardinas) y la ielatina ri maiali (gelatina de cerdo) son platos que no pueden faltar en las mesas navideñas de Ispica. Los cudduruni (una focaccia rellena) y los sfinci (dulces fritos) completan el menú festivo, junto con el vino Cerasuolo que acompaña cada plato.

Modica: la Navidad del chocolate y las tradiciones

Modica, mundialmente famosa por su chocolate, es un destino perfecto para quienes buscan una Navidad dulce y tradicional. Aquí, el belén viviente es uno de los acontecimientos más esperados del año, con evocadoras escenas escenificadas en iglesias barrocas y en las callejuelas más características. Las luces navideñas que decoran el centro histórico crean una atmósfera encantada, ideal para pasear bajo el cielo estrellado.

Pero en Módica, la Navidad no son sólo luces y belenes, sino también el inconfundible aroma del chocolate de Módica. Durante el periodo navideño, los pasteleros locales preparan dulces típicos como el chocolate con canela y los frutos secos cubiertos de chocolate. No olvides probar la cubbaita, un dulce rico en historia y sabor, que hunde sus raíces en la tradición árabe.

Santa Croce Camerina: una Navidad entre tradiciones marinas y campestres

Santa Croce Camerina, con su panorama que se extiende hacia el mar, es un pueblo donde la Navidad se celebra con la calidez de las tradiciones rurales. Los belenes están hechos de materiales sencillos pero impresionantes, como paja y cerámica, que evocan el ambiente rural y familiar de la Navidad siciliana. Aquí, la tradición del belén viviente se combina con la representación de escenas de la vida campesina, creando una fusión de religiosidad y vida cotidiana.

Los platos navideños de Santa Croce Camerina tienen sus raíces en la cultura agrícola. Los “pastizzi” de espinacas y sultanas y la “principessedda” son algunos de los protagonistas, seguidos de postres como las “Mpagnuccate”. Cada plato cuenta historias de tierra, familia y calor.

Una Navidad inolvidable con Enjoy Barocco

La Navidad en las cinco ciudades de Enjoy Barocco es una experiencia única que combina arte, tradiciones y leyendas en un mosaico que fascina y sorprende. Cada ciudad tiene su propia alma, pero todas ofrecen una inmersión total en la Sicilia más auténtica. Paseando entre las luces de los belenes, degustando los platos típicos y escuchando las historias transmitidas de generación en generación, vivirás una Navidad que permanecerá en tu corazón. Una Navidad que más que una celebración es una experiencia que transporta a cualquiera a otra época, la de una Sicilia que nunca deja de encantar.

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