Terra Barocca es un destino de ensueño para muchos viajeros y, una vez que lo haya visitado, quedará encantado por su belleza natural, sus ricas tradiciones religiosas y folclóricas, su deliciosa comida, su increíble arquitectura y sus gentes amables y hospitalarias.

Entre las maravillas del Patrimonio Material y las del Patrimonio Inmaterial, es difícil elegir qué visitar, las ciudades con sus aldeas y los itinerarios ligados al arte barroco que, a través de monumentos y fachadas de catedrales, iglesias y palacios, ricamente adornados con “máscaras grotescas”, cuentan la historia de un territorio en la encrucijada de culturas y participan de todas esas representaciones en las que las tradiciones, el folclore, los recuerdos y los sabores se convierten en patrimonio del saber y del conocimiento. Expresiones inmateriales, como el arte de los muros de piedra seca, los bordados, los alimentos, los cultivos y las recetas típicas, las fiestas en honor de los santos patronos, las obras literarias y las obras visuales en las que se manifiestan la historia y las tradiciones de este maravilloso destino y de sus habitantes.

El campo con sus construcciones de piedra, muros de piedra seca, definidos por la Unesco como“el modelo más importante de organización paisajística del área mediterránea” , y viñedos para una auténtica experiencia rural de un viaje lento y suave.

Los museos al aire libre y las reservas naturales, espacios vírgenes y protegidos, verdaderos oasis de tranquilidad para pasear y disfrutar al aire libre.

Las costas, verdaderos espectáculos naturales, donde la naturaleza salvaje se une y armoniza con la delicadeza de las playas y las aguas cristalinas de color turquesa para unas vacaciones de playa inolvidables.

Un divertido recorrido gastronómico por la ciudad para vivir una experiencia enogastronómica en un itinerario de degustación que serpentea por una variedad de productos excepcionales, sabores únicos y recetas tradicionales.